En esta segunda producción de Juventus Lyrica se puede contemplar una de sus puestas más galardonadas: “La Flauta Mágica” de Wolfgang Amadeus Mozart. Hablar de una reposición seria un tanto erróneo, considerando que los cantantes no son los mismos, aun siendo la puesta semejante a la realizada anteriormente. Digamos, entonces, que Juventus vuelve a apostar a esta mítica obra del afamado compositor, como parte de su abono de dos óperas y gala de Aniversario (recordando que, este año, la asociación Juventus Lyrica cumple 20 años).
El programa de mano contiene un pequeño prólogo de Maria Jaurena, directora de escena de esta y muchas obras que han pasado por el Avenida, en el cuál se hace una gran pregunta: “¿Porqué esta ópera llama tanto la atención del público en general? ¿Qué es lo que cautiva tanto que hace que la presencia a la misma configure algo difícil de perderse? Sin adentrarnos en temas muy profundos, debemos decir que esta ópera concilia diferentes formas de ver el mundo. Hoy en día hay gente cuyo optimismo lo guía a creer en el amor a primera vista, cómo también gente perspicaz que sabe mirar por detrás de cada persona o imagen e incluso hay personas cuyo interés se enfoca en elementos que distan de la imagen (como por ejemplo, el sonido). Esta gran composición logra converger puntos de vista infantiles, ideales, críticos, realistas e incluso satisfacer a aquellos que tan solo desean vivir una experiencia sensorial bella, resultando en una ópera con una historia romántica, plagada de gran virtuosismo vocal e instrumental y con mucho simbolismo referente a la logia (francmasonería).
Debatir si la producción cumple los objetivos de transmitir los mensajes de iniciación de la masonería o ahondar en los demás simbolismos es algo que, por lo menos a nuestro criterio, no nos compete. Si podemos hablar desde el aspecto musical y lírico de esta gran puesta, del cual vamos a desarrollar en los párrafos subsiguientes. Podemos recomendar, a quienes asistan, que se tomen un tiempo para leer el programa de mano, que podrá dar un acercamiento más preciso a los simbolismos que esta ópera posee.
La puesta cumple con lo que promete, demostrando no necesitar un despilfarro de material, escenografía y vestuario para poder transportarnos a la historia que el relato plantea. La obra cuenta con el personaje de Papageno (interpretado por Gabriel Carasso) que logra resaltar adecuadamente los aspectos más cálidos y cómicos de la misma, ganando distención y risas por parte del público y siendo una de las razones principales por las cuales esta producción configura una excelente opción para asistir en familia. Notables interpretaciones de Nazareth Aufe (Tamino) y Walter Schwarz (Sarastro) representando, junto con Papageno, los principales masculinos de esta ópera. Constanza Díaz Falú supo relucir una muy buena colatura al momento de la por demás icónica aria “Der Hölle Rache”, como en el resto de la obra, cosa que no es para menos, considerando que el rol de la Reina de la Noche requiere un increíble nivel de talento vocal y actoral, que en este caso, fueron logrados de forma muy satisfactoria. Quien a nuestro criterio se lleva los mayores aplausos es la cantante santafesina Jaquelina Livieri, cuya poderosa y cálida voz se hizo notar a cada momento, recorriendo la acústica del Teatro Avenida en toda su complexión. Destacamos su rol (Pamina) que logró darnos un “Ach ich fühl” tan impecable como el resto de su canto, a lo largo de esta obra de Mozart.
En medio de tantos eventos de música académica y ópera ocurriendo en Buenos Aires (cosa que realmente celebramos con bombos y platillos), recomendamos asistir, a quienes aún no han ido, a ver esta gran propuesta de Juventus Lyrica. Las entradas se encuentran disponibles por Plateanet y aún quedan dos funciones: este jueves 1/8 a las 20hs y sábado 3 a las 20hs.
