BlueberryMusica tuvo el placer de conversar con la soprano surcoreana previo a su gran debut en Sudamérica. En una interesante conversación con la joven cantante, hablamos de su carrera, proyectos osados y qué es lo importante a la hora de ser un cantante lírico.

– ¡Qué placer tenerte aquí! ¿Ya habías escuchado algo, antes, sobre Argentina y su público?

– Tuve mi primer contacto, con el público argentino, durante el Festival de Glyndebourne. Luego de mi presentación en “El barbero de Sevilla” conocí un grupo que había ido a Inglaterra y que quedaron fascinados conmigo. “Tienes que venir a Argentina en algún momento” me decían. 

– Entonces ¿ahí comenzaste a tener ganas de venir al país?

– Si uno está encaminado en la carrera de cantante lírico, difícilmente desconozca qué es Argentina. El Teatro Colón tiene una fama trascendental, ya sea por los cantantes que pasaron como también por su increíble acústica, así que desde que era una estudiante sentí mucho interés y ganas de venir algún día. A pesar de que mi debut es en la Sala del CCK, estoy muy feliz de estar aquí.  

– También tenés una increíble relación con el cineasta argentino Mariano Nante

– Nos conocimos en Berlín y automáticamente congeniamos. Soy muy afortunada de ser su amiga y definitivamente tenemos que hacer algo en conjunto. 

– Hablando un poco de tu carrera, nos llama poderosamente la atención tu dedicación por la Zarzuela. Llegaste a ser galardonada en Operalia – el Concurso de Plácido Domingo – en la categoría de Zarzuela ¿Cómo es que este estilo de música aparece en tu vida?

– La primera vez que intente la Zarzuela, casualmente, fue en esa competencia. Tenía que preparar una pieza y realmente estaba muy insegura, más que nada por la cantidad de cantantes de habla hispana. Era difícil, para mí, pensar que podría llegar a ser galardonada en dicha categoría. Una vez que comencé a interiorizarme en este estilo musical, descubrí que la música española se encuentra en mí, como un fuego que brota de mi interior

– Y es algo que actualmente te dedicas y abocas mucho, incluso a lograr una pronunciación adecuada

– Yo creo que es por la pasión que la Zarzuela tiene. Cuando estudias belcanto, por ejemplo, tenes que seguir una disciplina y técnica muy meticulosamente, pero una vez que lo aprendes, sentís la necesidad de poder ser un poco más libre… ¡y la Zarzuela tiene esa libertad! 

– En tu programa incluís bastante repertorio belcantista, pero lo que más me llama la atención es esta grabación de “Sigismondo”, una ópera de Rossini que rara vez fue interpretada. ¿Cómo fue el participar en este proyecto con un terreno tan poco explorado?

– Fue bastante difícil porque no podía encontrar mucha información acerca de esta ópera, ni tampoco consejos de otros artistas, por esta cualidad de ser una obra casi desconocida de Rossini. Pero, por otro lado, sentí la libertad de poder darle mi propio color e interpretación, sin ser molestada por los demás o ser comparada con alguna interpretación. 

La soprano nos recibió con una cálida sonrisa, en su hotel

– Otro territorio innovador y poco explorado va a ser tu colaboración con Marina Abramovic en “7 Deaths of Maria Callas”, un proyecto que empezó siendo cinematográfico y ahora será en formato ópera…

– Aún no la conocí personalmente pero si estoy bien al tanto de su vida y obra. Estoy aterrada y emocionada al mismo tiempo – se ríe – .El arte de Marina es algo que yo jamás haría, porque realmente requiere un nivel de compromiso y osadía al cual no creo que podría llegar. Pero aún así, en sus más grandes y arriesgados proyectos, que personalmente encuentro atemorizantes, no puedo evitar encontrar similitudes con, por ejemplo, Picasso. El también tuvo su gran época de controversia y rechazo y ahora es un genio alabado por el mundo artístico. Así que es por esto que también estoy dispuesta a incursionar en este proyecto. 

– ¿Maria Callas que representa para vos?

– ¡La amo! Su actitud, su presencia escénica, sus fuertes opiniones, su voz que podía interpretar una increíble cantidad de roles… Cuando yo la escucho, siento que ella siempre daba absolutamente todo de sí, como si no hubiese un mañana. Personalmente, no podría vivir como Maria Callas, porque yo valoro mucho mi privacidad, pero el estar involucrada en un proyecto que rinde homenaje a ella es algo sumamente lindo para mí. 

– ¿Con quién te gustaría colaborar próximamente?

– Me encantaría haber cantado con Pavarotti… pero quizás, en vez de colaborar con alguien, me gustaría hacer un proyecto con instrumentos tradicionales coreanos. Como la cultura coreana es bastante reservada con lo que es suyo, veo bastante controversial el acercar el mundo clásico de occidente con instrumentos tradicionales de esta cultura, pero podría ser algo muy interesante, más por el poderoso y especial sonido que estos tienen.

– Siendo una joven exponente de la ópera  ¿Qué recomendación le darías a los intérpretes que recién empiezan en este mundo?

– La vida de un cantante lírico es especial y difícil porque uno tiene que cuiardarse mucho. Somos poseedores de una técnica realmente especial, que no requiere amplificación alguna, por lo que dicha forma de canto debe ser tratada con sumo cuidado y respeto. Yo siempre trato de dar la mejor versión de mi misma y es en esa intensión y perseverancia por dar lo mejor de uno que se logra estar en paz consigo mismo, sin sentirse tan atado a la mirada externa y a la fama.
Hoy en día, la gente tiende más a perseguir la fama que venerar y cultivar su arte y eso puede dar resultado en otras formas de canto u entretenimiento, pero en el canto lírico, si uno no siente una pasión por cantar, difícilmente pueda encontrar satisfacción alguna. Mi consejo sería que canten independientemente de qué escenario se trate… obvio, siempre es hermoso poder llegar al MET, pero si uno realmente ama y cuida su talento, entonces no es tan necesario llegar al estrellato o a escenarios de renombre, sino que con solo cantar y dar lo mejor va a ser suficiente. 

Foto Oficial en el MET Opera hyesangpark.com

GRAN DEBUT EN EL AUDITORIO NACIONAL:

Hera Hyesang Park es una de las muchas caras que están surgiendo, actualmente, en el mundo de la lírica. Con un reciente contrato firmado con el Metropolitan Opera de Nueva York y con una gran cantidad de presentaciones programadas en diversos escenarios, la soprano surcoreana se encuentra en increíble ascenso. 

El domingo pasado fue su debut en Sudamérica, en el recientemente bautizado Auditorio Nacional, del Centro Cultural Kirchner. Acompañada por el pianista Marcelo Balat, pianista de renombre dentro de la escena musical porteña, se presentó con un programa con una interesante variedad de compositores. 

La cantante comenzó la velada con dos interpretaciones correctas y medidas de Mozart: “Chi sa, chi sa qual sia” – aria alternativa de Las bodas de Figaro – y la bastante popular “Vedrai Carino” de Don Giovani. En una especie de contraposición a su cuidado canto mozartiano, le siguió una pasionaria interpretación del primer volumen de canciones españolas de Obradors, entre las cuales se encuentran “Con amores, la mi madre” y “El Vito”. En esta parte afloró el color que ella misma describe que siente al cantar musica española. 

Luego le siguió una bella pero, devuelta, medida y controlada interpretación del ciclo de Rossini “La regata veneziana”. Cuidada hasta en su pronunciación, la cantante supo dar una correcta performance y demostrar su habilidad para con el repertorio belcantista, algo que siguió presente en la segunda parte, al momento de interpretar la escena “Eccomi in lieta vesta/ O quante volte” de I Capuletti ed I Montecchi de Vincenzo Bellini. 

Una extraña y bella energía brotó de su voz al momento de interpretar las dos composiciones coreanas del programa (“Como el viento que va a encontrar a la flor de loto” de Juwon Kim y “Cancion del pajaro” de Doonam Cho. Si bien debo admitir que no soy un gran conocedor de tanto la canción coreana en sí, como del idioma, no fue necesario para ser uno de los momentos más exquisitos del recital. 

Una elección bastante atípica para cerrar el programa fue le serie de canciones negras de Xavier Montsalvatge, bellamente interpretadas, pero algo tenues como para ser el cierre de un concierto. Por suerte, la noche contó con tres bises, sumamente ovacionados por el público. Primero fue una composición tradicional coreana, para luego seguir el afamado tanto de Gardel y Le Pera “El día que me quieras”, cuya yuxtaposición la interpreto como una especie de puente – a través de su voz – entre dos culturas sumamente diferentes (la coreana y la argentina) y cerrando con una suelta y bella “I could have dance all night” de My Fair Lady. 

Claramente, la señorita Park cuenta con todos los requisitos para ser una gran cantante lírica. Su cadencia y matiz de voz son altamente disfrutables y cuenta con el talento de poder acompañar su canto con el cuerpo, logrando actuar cada una de las composiciones elegidas de forma sumamente atinada. Luego de su presentación, podemos confirmar que Hera Hyesang Park es una de las promesas del canto lírico actual., por lo que esperamos que pronto sea convocada por el Teatro Colón, antes de que su agenda se empiece a llenar cada vez más y más…

Comentario por: Luciano Ayala

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