El duo madre-hija deslumbro al público asistente con una muy afortunada selección de piezas, con las que pudieron lucir sus increíbles dotes de talento interpretativo.

Fotos: ENRICO FANTONI

Las propuestas de Nuova Harmonia este año contaron con un especial énfasis en lo ligeramente distinto. Conservando las raíces tradicionales de la música, los diferentes espectáculos que tomaron lugar en el Coliseo se caracterizaron por tener una pizca de unicidad, generando un destaque por sobre la cantidad de opciones musicales que (gracias a Dios) cuenta la Ciudad de Buenos Aires. El recital de piano e imágenes del viernes pasado logro fusionar la estructura de un concierto de cámara con una película documental, complementando el relato que emanaban de las imágenes proyectadas con las piezas elegidas para dichos momentos.
Las dos primeras,  provenientes del conjunto “Escenas de Niños” de Robert Schumann, fueron un excelente y muy apacible comienzo de la noche, en el cual el público pudo sumergirse en la historia que cinematografía proyectaba.  Las delicadas notas ayudaban a  se que captara la atención de la gente para con las escenas familiares que daban comienzo al recital. Con tan armoniosa introducción, uno pensaría que se trataría tan solo de un bello relato familiar, acompañado de música de piano. Sin embargo, también se logro retratar las diferencias entre ambas pianistas, en su estilo interpretativo, al momento de tocar la Fantasía en Fa menor de Franz Schubert. Con ayuda de la sutil iluminación azul que caracterizó dicho momento, las dos artistas lograron demostrar esa divergencia interpretativa y representar como ambas formas de tocar el piano pueden interactuar constantemente bajo un mismo techo; todo esto tan solo interpretando esta fantasía a cuatro manos.

Fotos: ENRICO FANTONI

Así fue como el concierto fue detallando la relación entre una madre e hija prodigiosas, que pese a las diferencias generacionales y demás, logran tener una excelente química interpretativa. Las imágenes mostraban el pasado y el inminente presente, en los preparativos para dicha noche e inclusive los momentos previos a salir a escena. Así fue como las pianistas Karin Lechner y Natasha Binder lograron una presentación sumamente dinámica, la cual culmino con una virtuosa interpretación de piezas de Pablo Ziegler.

La última propuesta que Nuova Harmonia tiene preparada para el público argentino, es una producción de la mítica opera CANDIDE de Leonard Bernstein. Con Orquesta y Coro Estables del Teatro Argentino de La Plata y Rubén Szuchmacher como director escénico, la propuesta es representar una de las obras más aclamadas del compositor estadounidense como cierre del prestigioso abono del Teatro Coliseo. Las funciones son el 20, 22 y 24 de Noviembre y las entradas ya se encuentran disponibles para su compra, a través de sistema Ticketek u en la boletería del Teatro.

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