Finalmente, el disco de Emma Shapplin se encuentra disponible en plataformas de streaming para que millones de fanáticos de todo el mundo puedan escucharlo. En esta especie de «re-lanzamiento» de este trabajo, por parte de la destacada soprano francesa, BlueberryMusica hace una reseña y extiende una invitación a descubrir el universo «Venere»


Cuando uno escucha el nombre “Emma Shapplin” no puede evitar recordar esa enigmática y evocadora figura que, a fines de los años noventa, emergió intempestivamente en la escena musical con su milenario hit “Spente le Stelle”, perteneciente a su disco «Carmine Meo«. Efectivamente, esta soprano se presentó al mundo con su singular voz y con un sonido que incorporaba elementos académicos, clásicos y modernos al mismo tiempo. Fue la sorpresa atónita de muchos ver y escuchar a esta joven intérprete en programas televisivos de prime time o en las radios más populares de América y Europa, puesto que su voz no dejaba de ser la de una cantante lírica que tranquilamente podía llenar teatros de ópera del mundo. 

En efecto, Emma se presentó al mundo como una cantante signada por la unicidad y ello le permitió llegar a millones de personas que muy prontamente se convertirían en fieles seguidores. Sin embargo, hoy ya ha pasado una cuota considerable de tiempo desde aquel “breakthrough” en la industria. Con varios álbumes editados, muchos de ellos bajo su propio sello “Nimue Music”, Emma Shapplin supo correrse del estilo “neoclásico” – así lo supo definir ella – para luego dar un poco de rienda suelta a su creatividad y versatilidad vocal. “Macadam Flower” y “Dust of a Dandy” fueron dos discos que evidencian esa exploración vocal y en el lirismo de sus canciones originales y que, si bien fueron muy bien recibidos por los fans, fueron gradualmente cultivando cierta añoranza por sus inicios artísticos.  

Hoy, finalmente, podemos escuchar en plataformas de streaming lo que representa “su vuelta al neoclásico”. “Venere”, disco del que tanto nos adelantó en entrevistas y mismo desde sus propias redes sociales, llegó al alcance de todos.

Pero ahora… ¿Qué representa “Venere” en la carrera artística de Emma Shapplin?

Muchos fans lo catalogan como la segunda parte de “Carmine Meo”, su magnum opus; y no creemos que sea del todo errada esa opinión. Sería muy ambicioso escuchar este disco y no sentir reminiscencias a este trabajo, realizando comparaciones y encontrando puntos en común entre estas dos obras. Sin embargo, “Venere” logra captar ciertas aristas de su primer y segundo álbum (“Etterna”), para contribuir a la creación de una propia identidad.

Ya desde el comienzo, la cantante nos extiende una carta de presentación de la temática del disco y, en simultáneo, una invitación a ingresar a este mundo. Recitando el comienzo de un soneto de “La Vita Nuova” de Dante Alighieri, Emma nos hace ingresar a este mundo marcado por el amor intenso en todas sus formas (positivas y trágicas). Precisamente, este fragmento pertenece a una obra que Dante escribió poco después de la muerte de su amada Beatriz Portinari, algo que lejos se encuentra puesto por azar en el comienzo de este disco. 

Con esta introducción Emma logra situar el “mood” de este álbum, remitiendo a cierta añoranza, carácter evocador e intrigante galantería que se podría asociar a su primer disco. Asimismo, con la utilización de la obra de Dante, nos ofrece un guiño a “Etterna”, un disco altamente influenciado en la obra de este poeta italiano. 

A lo largo de “Venere”, el oyente puede encontrar diversos elementos que, tal y como señalamos anteriormente, van a ir remitiendo a distintas influencias artísticas o esquemas sonoros que caracterizan el sonido de Emma Shapplin. Canciones como “Addio io tremo” o “Fiamme dal cielo” son fieles al sonido rítmico, orquestal y épico que cuentan otras canciones de su repertorio, como “Spente le Stelle” o “Cuerpo sin alma”. Empero, “Signore mirate” evidencia una influencia muy operística, llegando a tener – de a momentos – cierto paralelismo instrumental con “O quante volte” de Bellini. Así es como, de principio a fin, “Venere” va demostrando sutilmente las influencias musicales de la soprano francesa, mientras que, a la par, va contando su propia historia. 

Quizás el momento más bello de este trabajo de estudio sea la canción “Ogni sera” con la que Shapplin cierra el disco y, por ende, el épico viaje musical de “Venere”. En esta composición, la cantante le habla – justamente – a Venere, que en la mitología griega significa “Venus”. Suplicando por protección y liberación de su dolor, Emma le exclama a esta divinidad, en lo que es una conjunción exquisita de su voz lírica y una orquesta marcada por un predominante piano que da por resultado una pieza movilizante a nivel musical y estremecedora en relato. 

Venere
Vedi per chi-io prego
Io cado… salvami!
Ô Dea Venere
E d’il tormento mio
Guardami del dolor’
Gua-ardi nostro-amor
Libera me…

Muy alejado de ser un disco hecho para satisfacer los pedidos de los admiradores, “Venere” es un regreso al sonido neoclásico, que marcó la carrera de Emma Shapplin, con identidad propia. Sin prescindir de influencias musicales o referencias a trabajos anteriores, la cantante francesa logra establecer un relato coherente y sostenido a lo largo del disco y contribuyendo con nuevas composiciones a su ya vasto cancionero de autor. 

“Venere”, el nuevo y último disco de Emma Shapplin, se encuentra disponible en todas las plataformas de streaming y, en formato físico, en su website oficial.

¿Emma Shapplin está de gira?

Durante este año, la soprano francesa ha realizado presentaciones en varias localidades en Grecia y compartiendo escenario con el gran tenor Alessandro Safina. Asimismo, contribuyendo su constante exploración y reinvención musical, Shapplin lanzó dos álbumes de remixes titulados “Emma Shapplin the Best of Lounge – Vol. 1 y 2”. 

Si bien no hay fechas confirmadas para su regreso a Sudamérica, recientemente la cantante ha hecho nuevamente manifiesto su vínculo con sus fans latinos al grabar el videoclip para la canción “Silenzio” – perteneciente a “Venere” – con el Glaciar Perito Moreno de fondo.

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