La mezzosoprano Ilaria Ribezzi decidió interiorizarse aun más en el repertorio barroco, en tiempos de pandemia: «Para mí el barroco es pura energía, un arcoiris de afectos, sentimientos, virtuosismo y vigor; lamentablemente de todo esto hemos estado huérfanos en 2020». Así fue que presentó en diciembre «Barroque Arias», un pequeño pero poderoso trabajo que marca un reencuentro con músicos y una colaboración que otorgó luz a su camino artístico.

BlueberryMusica tuvo el placer de conversar con la cantante sobre este trabajo y del porvenir artístico en este 2021. Con un aire esperanzador, la cantante recordó que «la música es vida» y nos brinda su interesante postura respecto a el panorama plagado de incertidumbre.

Recientemente has grabado un proyecto barroco denominado «Baroque Arias», álbum que ha visto la luz durante un año difícil para el mundo de la música clásica. ¿Por qué un disco de música barroca?

El mundo barroco fue mi primer amor musical toda vez que supuso mi primera aproximación a la música clásica. Descubrí la magia de este repertorio al vivir y compartir intensamente las sensaciones íntimas y la vitalidad que ese mundo barroco desprende.

Esencialemente el espíritu con que nace el nuevo video «Baroque Arias» es reencontrar la emoción que emerge al hacer música juntos y compartirla con el gran público, público cada vez más curioso por este repertorio al que acude una y otra vez, probablemente porque algunas de sus características (como la improvisación y el ritmo) lo acercan mucho más de lo que podamos imaginar al pop y el jazz modernos.

Habiendo tenido la oportunidad de coincidir con algunos de estos músicos en anteriores trabajos, intuí que era posible hacer realidad ese sueño. Una luz en un momento de oscuridad en la historia del espectáculo y la música.

Los fragmentos grabados provienen de dos oratorios y una ópera, piezas compuestas en diferentes contextos. ¿Cuál es el nexo de unión/la conexión entre ellos?

He acudido a  obras maestras del repertorio barroco de la primera mitad del 700 a fin de mostrar la variedad que lo distingue. «Juditha Triumphans», oratorio,  bien podría definirse también  como una ópera sacra; «Argippo» es un ‘pasticcio’ operístico, práctica habitual en el setecientos; y «Sanctus Petrus e Sancta Maria Magdalena» es un oratorio sacro que contiene el mejor Hasse.

El hilo conductor y motivo por el cual las elegí es el uso del virtuosismo y la ornamentación vocales que su interpretación requieren, lo que pone en relieve, de un lado, la espectacularidad inherente a la música del período barroco y, por otro, el implacable ‘crescendo’ de tensión emotiva contenido en la partitura.

Las tres arias, con sus respectivos ‘da capo’, ponen en evidencia ese estilo operístico que comparten: estructura tripartita con una amplia sección A, una sección central B más breve y retorno a la sección A pero sujeta a las variaciones de rigor.

En plena grabación del video que captura «Barroque Arias»

Durante 2020  he observado que muchos cantantes operísticos han  visto una oportunidad para hacer un repertorio que para ellos representa realmente algo a nivel espiritual, incluso teniendo presente la pasión que  puedan sentir por el género operístico/música de cámara. Algunos han elegido oratorios y obras litúrgicas, otros se han adentrado en el mundo del lied, por poner ejemplos. ¿La música barroca a nivel personal  o emotivo te habla/te llega con mayor intensidad con respecto a otro tipo de repertorio?

En un momento ciertamente difícil como el actual, período al mismo tiempo de profunda reflexión, se ha cumplido un auténtico sueño, un acto de amor por la música y de gratitud hacia un repertorio que me ha permitido iniciar el viaje más bello imaginable  con la música y el teatro.

Para mí el barroco es pura energía, un arcoiris de afectos, sentimientos, virtuosismo y vigor; lamentablemente de todo esto hemos estado huérfanos en 2020.

«Baroque Arias» supone asimismo el inicio de mi colaboración con Autarena Ensemble y por tanto, como si de un nacimiento se tratara, éste trae consigo alegría y luz. Gracias asimismo al perfecto entendimiento y empatía con el ‘ensemble’, coordinado insuperablemente por su director artístico (y también violoncelista) Antonio Papetti.

Por el momento no he tenido la oportunidad de interpretar repertorio liederístico pero estoy ya trabajando en su estudio. Poder afrontar repertorios diversos es un reto para mí misma ya que supone inverstigar con sumo esmero la praxis ejecutiva que los distingue.

Ahora que hablamos de la experiencia de este 2020 me gustaría saber cómo has llevado este nuevo episodio de la historia mundial. Si  algunos han visto en el lockdown una oportunidad para reinventarse, otros han catalogado este momento como un período oscuro en el mundo de la música. ¿Cuál es tu punto de vista y -quizá- tu consejo para cantantes de todo el mundo?

De nada sirve negar que la sucesión de cierres de teatros en todo el mundo y las continuas cancelaciones dejan un gran vacío en quienes como nosotros vivimos totalmente de música y con música. Soy optimista, tengo esperanza en el futuro y, pese a las dificultades que  podamos encontrar, me gusta imaginarlo en colores.

Confío en el arte, que por sí mismo es ya revolución, reinvención y contaminación, y espero que este período sirva para reflexionar y evolucionar.

Esto ha sido motivación suficiente para no detenerme, dedicando mis días al estudio de roles del repertorio operístico belcantista y romántico, sobretodo partes ‘en travesti’ como Tancredi, Orsini y Smeton, y al repertorio de cámara y de concierto, «Requiem» de Verdi inclusive.

¿Un consejo? Quien vive de música y arte («ha sellado un pacto de amor con la más fascinante musa que haya secuestrado el alma de generaciones enteras») tiene necesidad de seguir su propia vocación. Un consejo sería no dejar nunca de soñar, no rendirse ante las dificultades que puedan avecinarse, de ser capaz de levantarse en caso de caer y de reinventarse, porque la música es vida y, al propio tiempo, misión.

Alto en el Mesías de Handel interpretado en Milán en la Iglesia de Santa Maria delle Grazie

Ahora, justo iniciando un nuevo año, ¿algún proyecto/producción en perspectiva, de cara al futuro o en que estés actualmente involucrada)

Dado el momento particular que estamos viviendo no es fácil programar a largo plazo.

Este año debería recuperarse la producción de «Madama Butterfly», estrenada en Jesi y acogida muy favorablemente por público y crítica y repuesta después en Treviso, que por el tema Covid no pudo interpretarse en el Teatro Comunale de Ferrara el pasado diciembre.

Otro proyecto a la espera de ser repuesto tras su debut en Spoleto es TangOpera, espectáculo fascinante en que se funden admirablemente ópera, tango y danza: ¡debrería ser en este 2021!

Junto a este proyecto barroco motivo de esta entrevista, hay en cartera otros nuevos proyectos, entre ellos un recital rossiniano con el Rossini no operístico, pero por el momento no puedo desvelar más…

¡Esperemos que 2021 sea un año de música en vivo!

Gracias a Jordi Pujal de Impresario-Art por su colaboración y traducción de nuestro encuentro con la mezzosoprano Ilaria Ribezzi. Recuerden que pueden seguir los nuevos videos y presentaciones de la cantante lírica en su facebook y instagram.

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