La cantante de tan solo 17 años de edad lanzó el viernes su tan esperado álbum de estudio debut en formato físico y plataformas de streaming.

Portada del disco debut de BILLIE EILISH

Con singles lanzados a lo largo de los últimos meses, el trabajo de estudio de esta cantante estadounidense era algo que el mundo de la música estaba ansioso por escuchar. Con una estética sumamente distintiva, que roza lo vanguardista con lo sombrío, Billie Eilish Pirate Baird O’Connell es una de las figuras más renombradas actualmente.

Uno al leer que una cantante tan joven obtiene un éxito tan rotundo, piensa que su música es seguramente un ritmo comercial, armado para cautivar y vender. Sin embargo, lejos se encuentra de hacer música cautivadora. Sus mensajes son directos, lejos de cualquier sutileza o tenue acercamiento, con ritmos que acompañan dicha contundencia. Así es como se caracteriza “When We All Fall Asleep, Where Do We Go?”, una oda a los diferentes picos de ego entrelazados con momentos de profunda y pseudo devastadora realidad de un corazón roto. Parecería un tema bastante simple y hasta superficial, sin embargo Eilish logra transmitir con claridad las diferentes voces internas que un joven hoy en día tiene, en una especie de viaje surrealista que se cruza con cada uno de ellas.

No me parece para nada raro que el disco tenga este nombre. Cuando uno está durmiendo, es cuando realmente se encuentra con uno mismo y es en este encuentro con tus pensamientos cuando todo tipo de sentimientos afloran. Existe la teoría, dada la profundidad con la que Billie relata diversas situaciones, que este disco es una oda a la parálisis de sueño y como uno se va sintiendo frente a esta experiencia tan aterradora pero intensa. Esto se suma a que la cantante realizó para Spotify una serie de visuales que acompañen a cada canción, alimentando esta teoría de que el disco habla sobre la visualización de los diversos sentimientos intensos que tiene un adolescente (o quizás adulto también) al encontrarse con uno mismo cuando duerme.

Sea cual sea la real base de todo el disco, podemos decir que es un trabajo muy bien logrado por parte de la cantante y su hermano, quien produjo el mismo. Sus melodías son eclécticas pero no por ello alejadas del mundo de los estribillos pegadizos del pop, siendo así una formula muy distinta y destacable dentro del medio.

El disco ya lo pueden escuchar en plataformas digitales y, como bien mencionamos, recomendamos escuchar y ver la “experiencia” que Billie hizo con Spotify, para tener otro acercamiento al trabajo discográfico que ya ha sido alabado por gran parte de la crítica especializada.

Temas recomendados: “You should see me in a crown”, “My strange addiction” y “Bury a friend”.

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